El debate sobre el futuro de Bitcoin a menudo se centra en una cifra mágica: un millón de dólares. Para muchos entusiastas, esta meta representa la culminación de un sueño, la validación de una tecnología que podría redefinir el sistema financiero global. Sin embargo, para el usuario promedio, que no es un inversor institucional ni un trader profesional, este enfoque en el precio puede ser engañoso. La verdadera pregunta no es si Bitcoin alcanzará ese hito, sino si su ascensión beneficia de manera tangible a la persona común que busca una forma de prosperar económicamente .
La narrativa de Bitcoin se basa en su promesa de descentralización y democratización de la riqueza. La idea es que cualquiera, sin importar su origen o su capital, puede participar en este nuevo sistema f