La despoblación es un fenómeno que avanza imparable en España dejando a su paso consecuencias sociales y económicas que pueden resultar letales. En Andalucía esta tendencia no es tan acusada como en la meseta, aunque se está dejando notar cada vez más en numerosas comarcas del interior de la comunidad autónoma. Como consecuencia del éxodo de la población a las ciudades, en las zonas rurales la tierra se deja de trabajar y el cuidado de los montes no es tan constante. Es por ello que este abandono propicia la aparición de fuegos que provocan incendios de gran envergadura.
El Plan Forestal de Andalucía «Horizonte 2030» apunta en esta dirección, señalando que las áreas rurales «se están despoblando poco a poco, concentrándose en la áreas donde existen más oportunidades laborales; es decir,