Los teléfonos desechables han encontrado su hueco en el mercado actual como una herramienta de seguridad, ya que protegen la privacidad de los usuarios, aunque también abren las puertas a las estafas.
Baratos y de prepago, los teléfonos desechables suelen ser tener 'hardware' de baja calidad, carecer de funciones de seguridad sólidas y ofrecer funciones limitadas, ya que están pensados para un uso puntual, en un momento de necesidad.
Pese a ello, están experimentando un crecimiento. Si se atiende al mercado mundial de planes móviles de pago, directamente vinculado al uso de este tipo de dispositivo, este generó 582.170 millones de dólares (unos 516 millones de euros al cambio) en 2023, y se espera que crezca un 4,51 por ciento anual hasta 2033, según datos de The Brainy Insights.
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