Los productores esperan recibir el reconocimiento con Identidad Geográfica por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para blindar la autenticidad del producto

En San Sebastián Villanueva, una pequeña comunidad del municipio de Acatzingo, la vida gira alrededor de la tuna. Durante años, el fruto espinoso fue relegado; sin embargo, en la última década la percepción ha cambiado. La tuna rojo vigor ha modificado el panorama al convertirse en la carta fuerte de la región. Hoy, los productores esperan un paso decisivo: recibir el reconocimiento de Identidad Geográfica por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para blindar la autenticidad del producto, expandir la venta a nuevos mercados internacionales y, principalmente, dignificar el cultivo qu

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