SpaceX volvió a detener el tan esperado lanzamiento de Starship, el cohete más grande y poderoso jamás construido, luego de que se detectara un problema en los sistemas de tierra que sustentan la plataforma de despegue en Starbase, Texas. La misión estaba programada para la noche del domingo y representaba el décimo intento de prueba del vehículo.
La empresa de Elon Musk reconoció que el inconveniente obligó a posponer el vuelo en el último momento, cuando ya se habían iniciado los preparativos para cargar los más de 10 millones de libras de oxígeno líquido y metano que alimentan al sistema Starship y su propulsor Super Heavy.
El fracaso se suma a una cadena de contratiempos ocurridos desde enero, cuando SpaceX presentó esta nueva generación de vehículos. Ninguno de los ensayos ha conclu