La Administración de Donald Trump ha dado un nuevo paso en su toma militar de la capital de Estados Unidos : desde este domingo, los centenares de soldados de la Guardia Nacional desplegados para “combatir el crimen” en Washington han comenzado a llevar armas durante su servicio. En un comunicado, la Casa Blanca asegura que los fusiles de asalto M4 y las pistolas M17, sus armas reglamentarias, solo se usarán “como último recurso y únicamente en respuesta a una amenaza inminente de muerte o daño corporal grave” para un agente.

“No me gustan los dictadores, no soy un dictador”, ha dicho el presidente esta mañana en el despacho oval, respondiendo a las críticas por la intensificación de sus prácticas autoritarias, con las que está normalizando la acción de soldados contra sus propios conci

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