La mayoría de los partidos de Newell’s bajo la conducción de Cristian Fabbiani fue con una línea de cinco. Con laterales-volantes cumpliendo la doble función que requiere el puesto: desdoblarse en defensa y ataque. Este último rol jamás lo cumplieron en el Gigante.
Es evidente que la orden fue clara. Alejo Montero y Ángelo Martino debían dedicarse a la marca. No más. En consecuencia, la Lepra atacó con pocos futbolistas y no generó nada. Y perdió con Central por 1 a 0
Montero tenía que ocuparse de encimar a Jaminton Campaz. Martino, por la otra banda a Di María. Ninguno debía atreverse a cruzar la línea media. El campo de Central era zona prohibida. No vaya a ser que ante alguna pérdida, con Newell’s avanzando, se le liberen espacios al rival en terreno propio. Una idea muy mezqu