El presidente Donald Trump puso a Chicago en la mira al declarar que la ciudad podría ser el próximo objetivo de su ofensiva contra el crimen, la falta de vivienda y la inmigración ilegal. El anuncio, realizado el 22 de agosto desde la Casa Blanca, revive tensiones políticas de larga data entre la presidencia y los gobiernos locales demócratas, y abre interrogantes legales sobre los límites del poder federal.
“Creo que Chicago será nuestra próxima ciudad”, dijo Trump a los periodistas, asegurando que los residentes “están pidiendo que vayamos”, pese a que los datos oficiales muestran una fuerte caída del crimen violento en la ciudad. Es que en la primera mitad de 2025, los homicidios y tiroteos disminuyeron más de un 30% respecto al mismo período del año anterior, y el crimen violent