La historia de Noora al-Shami, una activista yemení de 47 años , es un testimonio de la práctica del matrimonio infantil que persiste en países como Yemen.
Su relato, compartido con el periódico 'The Guardian', detalla una década de sufrimiento y violencia tras ser obligada a casarse a los 11 años con su primo, Mohammed al-Ahdam, de 35 años. La ceremomia de tres días en la ciudad de Al-Hudaydah marcó el inicio de una infancia que se le arrebató de forma prematura.
En 1989, poco después de cumplir los 11 años, Noora fue vestida con atuendos y joyas de adulta para un matrimonio que sus padres habían concertado. Según narró, su familia buscaba una salida a la pobreza, y por el acuerdo recibieron una dote de 150 dólares de la época.
“Quería seguir estudiando y conseguir un buen trabajo, per