El uso de celulares, tablets y consolas se volvió cotidiano entre niños y adolescentes. Estas pantallas, que muchas veces funcionan como un espacio de entretenimiento o de conexión social, también pueden transformarse en una puerta abierta hacia riesgos invisibles para los adultos. Detrás de las aplicaciones más populares se esconden amenazas que van desde el grooming hasta la exposición de datos sensibles.
Informes especializados, como el Kids & Families Cyber Risk elaborado por BTR Consulting, advierten que los controles parentales integrados en las plataformas son insuficientes frente a la curiosidad de los chicos y la falta de seguimiento por parte de los adultos. Aunque la mayoría de las apps establecen un límite mínimo de 13 años para registrarse, en la práctica hay varias cuentas c