La moda tiene un costado divertido que invita a experimentar, y uno de los secretos mejor guardados es que no siempre hace falta comprar piezas nuevas para estar a la vanguardia. Un ejemplo claro es el de la bufanda : esa prenda invernal que muchas veces queda olvidada en el fondo del cajón puede convertirse en un recurso clave para elevar cualquier look .
El primer paso es cambiar la mirada: en lugar de pensar en la bufanda como abrigo, se la puede reinterpretar como complemento estético . Los estilistas coinciden en que un foulard o una pashmina puede funcionar como cinturón, como top, como turbante o incluso como un detalle atado en la cartera. Cada una de estas variantes aporta frescura y personalidad sin necesidad de gastar dinero extra.
Una de las formas más popular