En los primeros días de marzo de este año, una madre descubrió algo que la inquietó profundamente. Mientras revisaba el teléfono celular de su hija adolescente de 17 años, encontró una conversación que había comenzado apenas unos días antes, el 28 de febrero. Los mensajes intercambiados entre la menor y su preceptor escolar contenían referencias explícitas a encuentros sexuales . El caso ocurrió en el distrito Palmira, en San Martín.

La mujer no dudó en actuar. El 4 de marzo presentó una denuncia online para que la instruyan las autoridades judiciales, señalando que su hija había estado intercambiando mensajes de contenido sexual con un empleado de la institución educativa a la que asistía, un hombre mayor de edad que ejercía funciones de preceptor .

En un principio, la gravedad de l

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