Puerto Príncipe, 25 ago (EFE).- Parir en campamentos improvisados e insalubres y sin ninguna atención médica. Comer cuando se pueda, tanto la madre como el recién nacido. Esta es la realidad a la que se enfrentan muchas embarazadas en Haití, un país hundido en una crisis de violencia que lo ha empeorado todo, incluido el ya de por sí caótico sistema de salud.
Algunos de los embarazos son consecuencia de violaciones colectivas de las que son víctimas las mujeres a manos de las bandas armadas que controlan al menos el 90 % de la región metropolitana de Puerto Príncipe.
Según un informe de la ONU, solo entre el 1 de abril y el 30 de junio se registraron al menos 628 víctimas de violencia sexual en el contexto de la crisis de Haití, donde se han documentado casos de esclavitud sexual, explot