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El verano madrileño no se entiende sin un buen helado. Desde las heladerías más clásicas hasta las más innovadoras, la capital ofrece una amplia variedad de propuestas artesanas que conquistan a vecinos y turistas
Cuando las temperaturas superan los 35 grados, nada apetece más que un helado bien frío . Madrid cuenta con una gran tradición heladera y, en los últimos años, han proliferado locales que han elevado este dulce a un nivel gourmet, con ingredientes de calidad, recetas artesanas y sabores sorprendentes.
Uno de los referentes históricos es Los Alpes , fundada en 1950 en el barrio de Chamberí. Considerada la heladería más antigua de Madrid, sigue elaborando sus helados de forma artesanal y ofrece sabores clásicos como turrón, avellana o limón, que transportan