El universo del lujo se ha desplazado más allá de los puntos de venta físicos o digitales con su oferta de moda, joyería y cosmética para incursionar en un nuevo escenario que permite conquistar a más- y a nuevos clientes-: la gastronomía. Restaurantes y cafés con experiencias culinarias que apelan a múltiples sentidos conservando los valores y la impronta de cada marca. Estas nuevas unidades de negocios buscan convertir la experiencia de compra en algo más que una transacción: una vivencia inmersiva.
El motor que impulsa este tipo de acciones que ya se están reproduciendo en el mundo y entre marcas locales está basado en un hecho simple pero absoluto: los consumidores de lujo ya no buscan únicamenteportar un elemento visible, sino un estilo de vida completo.
El mero hecho de tomar u