Las estafas digitales representan una problemática cada vez más común y sofisticada, impulsada por el rápido avance de la tecnología. Hoy en día, los estafadores cuentan con herramientas como sistemas de edición digital y aplicaciones de inteligencia artificial que les permiten alterar la realidad para engañar a las personas, haciéndoles creer que están interactuando con alguien de confianza, cuando en realidad no es así.
Las excusas o escenarios que utilizan son muy variados, pero suelen recurrir al nombre de empresas reconocidas o instituciones bancarias para dar credibilidad al engaño. En otros casos, simulan ser familiares que atraviesan una situación urgente o inventan historias convincentes para lograr su objetivo: obtener información personal o dinero.
Este tipo de fraude es m