Con una vida cada vez más conectada —con videollamadas, plataformas de streaming y redes sociales y juegos—, mayor es la necesidad de contar con una red móvil que entregue cobertura y rendimiento.
Y es que ya no solo dependemos de esta tecnología para las labores del trabajo y entretenimiento, con la entrada del 5G —y el avance hacia una nueva generación de conectividad—, la apuesta es aún mayor: que todo esté conectado. Es decir, casas, autos y sistemas de seguridad, entre otros.
La promesa de poder aprovechar todas las virtudes de la conexión, en diversos ámbitos de la vida diaria, sin importar la lejanía con la capital, es lo que llevó a Movistar a anunciar este año su proyecto nacional de renovación de red 5G. Con una inversión de 140 millones de dólares para modernizar más de cinco