No existe confianza entre y Felipe VI. La relación entre ambos «está rota», según ha sabido LA RAZÓN por fuentes al tanto del trato entre Moncloa y Zarzuela. La interlocución se limita a sus respectivos gabinetes.

Lo cierto es que la Casa Real intenta reducir en la medida de lo posible la exposición del Jefe del Estado al presidente del Gobierno para aislarle de la atmósfera de crispación que rodea al líder socialista. Ambos guardan un pésimo recuerdo del estallido de violencia que se desató el año pasado en Paiporta (Valencia) –epicentro de la devastadora DANA que segó la vida de más de 200 personas en el Levante–.

Y ninguno ha querido que se repitieran las mismas escenas en la España calcinada. La forma en que tanto Presidencia como Zarzuela han ideado las visitas de sus respectivo

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