En plena filmación de la esperada secuela de El diablo viste de Prada , Anne Hathaway volvió a demostrar que, además de talento y carisma, posee una torpeza entrañable que la ha acompañado desde sus primeros pasos en Hollywood. Esta vez, literalmente.

La actriz, que retoma el papel de Andy Sachs casi dos décadas después del estreno original, sufrió una aparatosa caída mientras descendía las escaleras de una típica casa neoyorquina. El culpable: un tacón roto.

El accidente ocurrió frente a cámaras, equipo técnico y paparazzi, que no tardaron en capturar el momento. Hathaway, fiel a su estilo, se levantó con una sonrisa, alzó los brazos como una gimnasta olímpica y gritó: "¡Estoy bien!", arrancando aplausos y risas entre los presentes. El gesto, bautizado ya como "un Simone Biles", se ha

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