Si bien la trifulca indigna, más allá de los penosos hechos, debemos poner la mira en el mensaje de fondo. En el Senado no hay demócratas, hay políticos, hay partidos e ideologías, pero no existe la regencia de los valores democráticos en el Poder Legislativo, ni en él, ni en muchas partes se practica el respeto a las ideas diversas, la pluralidad, el consenso, la igualdad, la justicia como fin y la tolerancia, de esto último lo menos.

Lo más fácil sería culpar a Gerardo Fernández Noroña o a Alejandro Moreno Cárdenas de provocar la trifulca en el Senado de la República hace un par de días. Empellones, bravuconadas, golpes, chiricuazos, escupitajos, amenazas de ida y vuelta, mentadas de madre y silbidos. Mismo tono y conducta la del líder nacional del PRI como del Presidente de la Cámara d

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