Ante el impagable atardecer de este viernes 29 de agosto, Calachica abrió ayer sus puertas al público, que es como abrir las puertas del puerto a la ciudad en una experiencia pionera y de calidad de integración del recinto portuario con el casco histórico. Porque esta tarde la ciudad de Cádiz recuperó uno de sus balcones más privilegiados al mar, con unas vistas únicas a la Bahía y al ocaso por la Alameda.

Calachica es desde ayer una atalaya marina impensable hace solo unos años a la que se llega en pocos minutos a pie desde la cercana Plaza de España . Y es que después de más de un año de obras, de muchos esfuerzos y no pocas dificultades, el viejo, degradado y conflictivo botellódromo de la Punta de San Felipe se ha convertido en un oasis gaditano. De paredes de mortero de cal color

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