La geopolítica, a veces, cabe en una lata de conservas y, en este caso, en una de atún. La cruzada arancelaria de Trump ha colocado a dos competidores globales en este producto, España y Tailandia, en situaciones sensiblemente diferentes: el primero alcanzó un acuerdo con las autoridades estadounidenses para un arancel del 19% en Estados Unidos, mientras que los productos 'made in Spain' están gravados al 15% 'beneficiándose' de ser parte de la Unión Europea (UE). ¿Esto abre una oportunidad a los conserveros españoles, para intentar ganar cuota de mercado en suelo estadounidense? ¿O por el contrario los tailandeses, con unos costes de producción menores, desviarán parte de sus exportaciones de latas de atún al mercado europeo añadiendo más presión a las industrias conserveras nacionales? E

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