Los rebeldes hutíes de Yemen amenazaron con vengarse tras la muerte de su “primer ministro” y la de varios miembros de su gabinete en los bombardeos efectuados en las últimas horas por Israel contra la capital.
Apoyados por Irán, los rebeldes controlan amplias zonas del país -que atraviesa una guerra civil desde 2014- incluida la capital, Saná, donde han instalado sus instituciones políticas. El poder yemení internacionalmente reconocido tiene su sede en Adén, la gran ciudad del sur.
Los rebeldes anunciaron, en un comunicado difundido en su cadena Al Masirah, la muerte de Ahmad Ghaleb al Rahwi, “jefe del Gobierno” y de “varios de sus ministros, en el ataque perpetrado por el enemigo israelí mientras se encontraban reunidos en Saná”. Según el texto, “varios de sus colegas resultaron herid