El célebre sinaloense que dirigió a Juan Gabriel cuenta cómo es que logró convertirse en uno de los directores de ópera más importantes del país
Como un extraño veneno, la ópera tomó por sorpresa a Enrique Patrón de Rueda (Sinaloa, 1949) y lo enfermó de una loca pasión que sigue al rojo vivo, aún después de 45 años de carrera, con la batuta en mano y la convicción de que está cumpliendo con su misión en la vida.
Uno de los más importantes directores de orquesta y ópera del país, recordado también en la historia de la cultura popular mexicana por ser quien dirigió a Juan Gabriel en aquella legendaria presentación en el Palacio de Bellas Artes en 1990.
Para el artista originario de Mazatlán, en su juventud la música significaba apenas una brisa insospechada. “Era yo nomás un niño atléti