Donald Trump está consiguiendo una reconfiguración del orden mundial que amenaza con dejar orillado a Estados Unidos y que el centro de gravedad gire definitivamente en torno a China, que se autoproclama líder global del multilateralismo y un socio fiable, frente al chantaje arancelario del republicano y su diplomacia basada en el bullying.
Bajo este espíritu, una veintena de líderes, en su mayoría asiáticos, acudieron este domingo al llamado de Xi Jinping para participar en la ciudad portuaria de Tianjin en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Entre los invitados destacados están el presidente de Rusia, Vladímir Putin, recibido con honores, pese a la orden internacional de arresto por sus crímenes de guerra en Ucrania, y la visita que ha generado más expectació