Los archivos y las bibliotecas han sido, desde la modernidad, un espacio para la memoria que colaboró con la creación de comunidades locales, nacionales y también globales. Hoy, podemos afirmar que su existencia se ha constituido en una parte trascendente para la sociedad moderna.

Desde hace ya unas décadas, fue constituyéndose una nueva demanda con respecto a estos acervos culturales y tiene que ver con la consulta, divulgación y discusión alrededor de estos patrimonios. Una nueva ciudadanía cultural y democrática se abrió paso en el seno de las sociedades.

Muchos estados y organizaciones de la sociedad civil tomaron esta demanda y generaron entornos virtuales para la consulta y divulgación, generando una retroalimentación entre las propuestas y las demandas que parece no encontrar un t

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