31 de agosto de 2025 - 20:11
El velocímetro, un instrumento tan natural en cualquier vehículo, tiene detrás una historia tan fascinante como el propio desarrollo del automóvil. Su evolución refleja el avance de la ingeniería mecánica, la necesidad de controlar la máquina y, también, el deseo humano de medir y dominar la velocidad.
Los primeros intentos por registrar la rapidez de un vehículo se remontan a finales del siglo XIX, cuando los carruajes motorizados empezaban a reemplazar a las diligencias de caballos. En 1888, el ingeniero croata Josip Beluši presentó en Viena y en París la patente de un dispositivo llamado “velocímetro eléctrico”. Aquella invención no sólo podía mostrar la velocidad instantánea, sino también medir el tiempo de viaje y registrar datos, lo que lo convirtió en