La número uno despacha el duelo con la cántabra en 73 minutos, de modo que asegura su continuidad en el trono: 6-1 y 6-4. Mientras, la vencida multiplica su fe

Pasadas las diez de la noche en Nueva York, Cristina Bucsa firma autógrafos y choca las manos de los niños en su retirada de la Louis Armstrong, la segunda pista del complejo. La cántabra ha perdido por 6-1 y 6-4, pero en su mirada y sus gestos se adivina felicidad: “Es una derrota buena, ¿eh?”, introduce media hora después, en la intimidad de un corrillo con un grupo de periodistas. Se explica con su estilo habitual: simplicidad, franqueza y el pragmatismo por bandera . Nunca es plato de buen gusto la derrota, pero esta noche, durante los 73 minutos que ha debatido con la poderosa Aryna Sabalenka ha extraído una valiosa conclusi

See Full Page