Hace doce años, una manada de lobos invadió una isla de Alaska . Un profesor universitario e investigador pensó que se irían tan pronto acabaran con los ciervos. El número de estos animales sí cayó drásticamente, pero los lobos siguen. Un cambio en el patrón alimentario, que no vio venir el experto, los mantiene en ese pequeño territorio.
Estos hechos ocurrieron en Pleasant, ubicada al sureste de Alaska.
En esa isla de 50 km² conviven osos, ardillas y ciervos. Y, desde el 2013, lobos.
Los lobos se irán al ver que no quedan ciervos, pensaba Taal Levi, quien es profesor asociado de ecología y gestión de vida silvestre en la Universidad Estatal de Oregón.
Por qué se quedaron los ciervos en la isla
Lo que esperaba el investigador nunca pasó.
“Es extremadamente inusual ver a un depred