La imagen cruzó el mundo: un gendarme turco , en la playa y vestido de rojo, toma notas en lo que parece ser una libreta. A sus pies, mal recostado y con media cara hundida en la arena, yace el cuerpo de un niño: zapatillas, pantalón corto azul, camiseta roja y el oleaje del mar, constante, golpeándole en la cabeza, cuyo color de piel se ha palidecido ante el frío del mar.

El niño, de tres años, murió esa misma madrugada, el 2 de setiembre de 2015, y se llamaba Aylan Kurdi . Era el pequeño de una familia kurda de cuatro, de Kobane , que huyendo de la guerra civil en el país árabe y de los combates contra un naciente Estado Islámico (EI) , habían llegado a la costa de Bodrum , Turquía , para desembarcar en Kos , Grecia .

La lancha en el que viajaban, poco después de empe

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