El equipo dirigido por Anahí Vigil mostró un juego sólido y un dominio claro que le permitió superar a un rival que, pese a la diferencia en el marcador, nunca dejó de competir y jugó con entrega hasta el final.

Sin embargo, el momento más recordado de la noche no estuvo en los goles ni en el festejo. En la primera mitad, una jugadora de Cuervos quedó tendida en el suelo por una lesión que no fue advertida por los árbitros. La jugada continuó y terminó en gol para Escuela Municipal.

Frente a la situación, el cuerpo técnico dialogó con sus jugadoras, quienes decidieron permanecer inmóviles en la reanudación desde el medio, permitiendo que el rival convirtiera sin oposición.

“Fue un gesto que vale más que cualquier marcador, una decisión que enaltece el espíritu deportivo para todos los q

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