Sin la notoriedad a la que era sometida en la recta final de las últimas dos Eliminatorias y con la ausencia de batallones de periodistas y flashes en busca de una frase que ilusione y una foto que se viralice para amplificar la ilusión mundialista. Así son los días medio nublados y algo fríos de la selección peruana en Montevideo. No hay banderazo a la vista ni legiones de hinchas viajando como se pueda desde Lima. No hay expresiones de cariño ni cánticos multitudinarios tras el equipo de Óscar Ibáñez a falta de dos fechas para el final de las Eliminatorias al Mundial 2026. Solo hay un equipo y las ganas por un casi imposible.
La selección entrenó por segundo día en las instalaciones de Peñarol, en la cancha auxiliar del estadio Campeones del Siglo, a 24 minutos en autobús de