
Con la llegada de cada temporada gripal , los servicios sanitarios se enfrentan a un aumento considerable de casos en la población infantil, que no sólo padece la infección de forma directa, sino que actúa como principal vector de transmisión hacia otros grupos etarios, especialmente los más vulnerables. La incidencia, las hospitalizaciones y las complicaciones asociadas a la gripe en niños y adolescentes son razones de peso para revisar y reforzar las estrategias de vacunación.
Hasta ahora, la recomendación universal se dirigía a los niños de entre 6 y 59 meses, grupo en el que ya se ha observado una disminución significativa en las tasas de incidencia gracias a la vacunación sistemática. La gran novedad para la temporada 2025-2026 es la inclusión del grupo de 5 a 17 años en esa recomendación, pasando de una indicación individual a una sistemática, lo que marca un avance en la protección global frente al virus.
Esta ampliación se sustenta en la evidencia acumulada sobre la eficacia y seguridad de la vacuna intranasal atenuada, así como en datos que reflejan que la mayoría de hospitalizaciones por gripe en niños se dan en menores sanos, sin factores de riesgo previos. Tras la entrevista con la doctora Lucía López Granados , pediatra, experta en enfermedades infecciosas pediátricas y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) , se nos desvelan los argumentos científicos, los beneficios sociales y los desafíos comunicativos de una medida que podría cambiar el rumbo de la gripe estacional en nuestro país.
PREGUNTA.- ¿Cuál es la principal novedad en las recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la AEP para la temporada 2025-2026 en relación con la gripe infantil?
RESPUESTA.- En la temporada actual se mantiene la recomendación universal de vacunación antigripal a los niños de 6 a 59 meses de edad como un grupo de riesgo más estando la vacuna financiada, pero se añade la recomendación sistemática de vacunación para los niños y adolescentes de 5 a 17 años, que el año anterior se propuso como recomendación individual.
P.- ¿Por qué es tan importante vacunar de forma sistemática a todos los niños y adolescentes de entre 6 meses y 17 años contra la gripe?
R.- Es bien conocido que la vacunación de los niños tiene una importante repercusión en la transmisión del virus gripal y en la disminución de casos y de sus complicaciones, y que la epidemia gripal comienza cada temporada con el aumento de casos en los niños entre 0 y 14 años, anticipando en unas pocas semanas la infección en edades ulteriores. La carga de la enfermedad en cuanto a incidencia, hospitalizaciones y mortalidad es también importante en la franja de 5 a 17 años de edad.
P.- Según los datos disponibles, ¿qué impacto tiene actualmente la gripe en la población pediátrica en España?
R.- La gripe es una amenaza constante, pone a prueba cada año el sistema sanitario en forma de epidemias, constituyendo un enorme problema de salud pública con elevadas implicaciones socioeconómicas.
La proporción de población infantil afectada durante las epidemias anuales de gripe varía entre el 30 y 40 % a nivel general, con casi un millón de casos graves en menores de 5 años en todo el mundo, siendo los niños, además, los principales transmisores de la enfermedad.
En nuestro país, en la temporada 2024-2025, con datos de SIVIRA, la actividad gripal fue similar en incidencia a los años pre-pandémicos. De manera consistente en Atención Primaria, los menores de 15 años, y sobre todo los menores de 5 años, tienen las mayores tasas de gripe. Sin embargo, tras la instauración de la vacunación sistemática en niños entre 6 y 59 meses, y especialmente tras la segunda campaña (temporada 2024-25), se observa que en el grupo vacunado la tasa de incidencia es inferior al grupo de 5-19 años, probablemente por el efecto de la vacunación.
En cuanto a las tasas de hospitalización asociadas a la gripe varían según los grupos de edad, siendo más elevadas en los primeros meses de la vida. En niños sanos menores de 4 años, las tasas son similares a las de las personas de 65 o más años, con excepción de los mayores de 79 años.
P.- ¿Qué evidencia existe sobre la eficacia y seguridad de la vacuna antigripal en niños sanos sin factores de riesgo?
R.- La vacuna antigripal atenuada intranasal simula la infección natural, generando inmunidad humoral, celular y de mucosas. En los ensayos clínicos y metaanálisis se han documentado mejores datos de eficacia que los proporcionados por las inactivadas con una protección media del 80 % frente a la gripe confirmada en comparación con el placebo, mayor que las inactivadas, así como mayor que en el adulto.
Además, cuando se compara con las vacunas inactivadas parenterales en ensayo clínico, la atenuada proporciona un 50% de protección adicional debido a la replicación en vía respiratoria que ha demostrado efectividad indirecta (protección de grupo) con disminución de casos o consultas médicas en la población no vacunada. Actualmente, la vacuna está autorizada en Europa en personas de 2 a 17 años de edad. Y ha demostrado ser segura.
P.- Uno de los datos más llamativos es que 2 de cada 3 niños hospitalizados por gripe no presentan factores de riesgo. ¿Cómo puede interpretarse esta información?
R.- La gripe es una enfermedad infecciosa muy prevalente de predominio invernal que habitualmente produce síntomas respiratorios, aunque no solo, y que, a pesar de ser autolimitada, con una evolución habitual de una semana, en algunos casos puede durar más tiempo y complicarse tanto en personas con patologías de base como en personas sanas, sobre todo niños.
En definitiva, la gripe estacional en los niños ocasiona un elevado consumo de recursos sanitarios, tiene un notable impacto socioeconómico, ya que comporta un acusado absentismo escolar y laboral en los padres y, por otra parte, los niños son la principal fuente de transmisión a otros colectivos, especialmente los vulnerables.
P.- ¿Qué papel tiene la comunicación con las familias en la aceptación de la vacunación antigripal infantil? ¿Qué mensajes clave considera más eficaces?
R.- La información a las familias por parte de los profesionales sanitarios (pediatras y enfermeras) es clave para la aceptación de la vacunación, y así lo demuestran múltiples cuestionarios.
Además, se debe trabajar en campañas de vacunación que lleguen a la población, a través de los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, con mensajes adaptados a la población diana, es decir, los padres.
También es necesaria información adaptada a determinadas minorías, considerando tanto el idioma como la diversidad cultural, con información enfocada a salvar posibles reticencias y barreras que puedan existir en torno a la vacunación, resolviendo dudas, despejando mitos y contrarrestando fuentes de desinformación.
P.- ¿Qué espera el CAV-AEP en cuanto a la implementación real de esta recomendación en la campaña 2025-2026? ¿Existe apoyo institucional y logístico suficiente para alcanzarla?
R.- Esperamos que nuestras recomendaciones lleguen a los profesionales sanitarios y a las familias, con el objetivo de mejorar la salud infantil y de los adolescentes.
Mantenemos reuniones con los responsables de Salud Pública de varias comunidades, y por ejemplo, en Galicia ya se ha anunciado que se extenderá la vacunación antigripal infantil financiada hasta los 11 años de edad para la próxima temporada 25-26. Esperamos que más CC. AA se unan a estas recomendaciones.