Una explosión irrumpió en la cena, destruyó todo y cambió la historia de una familia. Fue en Lovaina, Bélgica . Estaban reunidos en su casa compartiendo la mesa en los albores de la Primera Guerra Mundial, cuando un obús disparado por uno de los cañones pesados del imperio alemán los impactó de lleno. El estallido fue escuchado a mucha distancia, el fuego y los escombros levantaron una polvareda que dejó al lugar en las tinieblas. El disparo certero y traicionero mató a doce miembros de la familia; sólo sobrevivieron dos hermanos. Uno de ellos se llamaba Louis. Ese ataque lo dejó huérfano y lo impulsó a tomar la decisión de pelear por su país y por sus seres queridos asesinados. Fue soldado todo el tiempo que pudo hasta que una herida lo sacó de combate y tuvieron que darle la baja. Se
Los Gauweloose, dos generaciones de combatientes: el padre belga peleó en la Primera Guerra Mundial, el hijo argentino en la Segunda

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