Los trabajadores humanitarios sobre el terreno temen que decenas de remotas aldeas -solo accesibles en helicóptero- hayan desaparecido por completo. La pérdida de vidas humanas es incalculable, reconoce Amaia Lezertua (portavoz de ACNUR en Afganistán) que advierte en Onda Cero de que el número de fallecidos podría dispararse en los próximos días o semanas.
“La situación es muy grave, muchas de las zonas afectadas son completamente remotas, aisladas, montañosas. Hay numerosas carreteras cortadas, muchas de esas aldeas están muy lejos de cualquier centro médico y la mayoría de las casas estaban hechas de adobe y no eran resistentes a los terremotos”, lamenta Amaia Lezertua desde la sede de ACNUR en Kabul.
ACNUR asegura que hay aldeas enteras enterradas
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