El envejecimiento siempre ocupó un lugar central en la curiosidad científica y en los interrogantes más íntimos de la humanidad. ¿Por qué envejecemos?, ¿qué mecanismos biológicos marcan el paso del tiempo en nuestro organismo?, ¿es posible retrasar o incluso revertir algunos de esos procesos? Durante décadas, las respuestas fueron incompletas y fragmentadas.
Hoy, un hallazgo global aporta una de las imágenes más detalladas hasta el momento sobre cómo nuestros genes cambian con los años. Un enorme atlas epigenético, fruto de un metaanálisis con más de 15 mil muestras humanas , ofrece pistas inéditas sobre la relación entre el ADN y el envejecimiento y abre la puerta a terapias que, en un futuro, podrían modificar el modo en que atravesamos la vida.
Los efectos visibles del paso del