La actividad de ETA, además de los asesinatos y la destrucción, estuvo marcada por el cinismo insultante de su brazo político, Herri Batasuna, ilegalizada por el Tribunal Supremo en 2003, precisamente por eso, por ser el brazo civil de los pistoleros. Sus dirigentes, hoy blanqueados como pacíficos ciudadanos para escarnio de las víctimas, iban de un lado para otro con eso de la condena de la violencia viniera de dónde viniera, pero a la hora de dar la cara se les veía su verdadero rostro. Fue lo que ocurrió ahora hace 35 años en Bilbao.

El “comando Vizcaya”, que encabezaba el siniestro terrorista Juan Carlos Iglesias, “Gadafi”, lanzó un coche “kamize” contra el puesto del Servicio Fiscal de la Guardia Civil en el puerto de Bilbao. El vehículo, cargado con 60 kilos de explosivo, descendi

See Full Page