Astillero
Fue un resumen confirmatorio. El tono y el contenido del primer informe de Gobierno de la presidenta Sheinbaum fueron sobrios en lo general, con ciertas concesiones oratorias de circunstancia ( el fin de la “oscura noche del neoliberalismo”), reiteración de consignas dirigidas a innombrado metiche al Norte (las políticas de seguridad se deciden “soberanamente en México”), estadísticas amables en cuanto a la disminución de delitos graves, el obligado guiño a la esperanza (“vamos bien y vamos a ir mejor”) y el refrendo del pacto 4T (“tengan la certeza que no vamos a traicionar”).
El informe fue en casa (Palacio Nacional), en familia política (sólo invitados afines) y con aplausos constantes. Mencionó al antecesor y le reconoció méritos. Agradeció a su gabinete, el estricto y el a