Cogemos el coche en el corazón de Madrid para recorrer uno de los frentes de obra más grandes y complejos de la capital en los últimos años: la transformación de la A-5 a su paso por Casa de Campo.
La salida por la M-30 hacia la carretera de Extremadura es hoy un paisaje cambiante de grúas, desvíos y maquinaria pesada, un caos transitorio con la promesa de una mejora radical para finales del próximo año. El viaje por esta vía, que usan a diario miles de madrileños, es ahora una "aventura", como define un vecino.
La circulación se mantiene restringida en el túnel de la M-30 , donde el carril izquierdo continúa cortado. Pero es al salir a la superficie donde el cambio es más drástico: la antigua calzada de la A-5 ha sido prácticamente eliminada, dejando solo un carril en cada sen