Las tradicionales panaderías de barrio atraviesan una caída en el consumo y una crisis que lleva al sector a una encerrona compleja de cara al futuro. Solo en la provincia de Buenos Aires cerraron unos 620 locales desde que asumió Javier Milei.
Así lo indican los números de la Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN), que marcan que más de 1700 panadería bajaron las persianas en todo el país, un tercio en el territorio bonaerense. Eso como consecuencia de la caída del consumo de pan a la mitad del que había en 2023 y con una capacidad operativa al 60% en la actualidad.
En ese sentido, el presidente del Centro de Panaderos de Merlo y uno de los principales referentes de la CIPAN, Martín Pinto, indicó que la situación actual obliga a la industria panadera a “operar muy por debajo de su cap