El campo colombiano ha sido, por décadas, la base de la seguridad alimentaria del país. No obstante, a pesar de su enorme potencial, el agro aún no despega al ritmo que se espera: hoy aporta el 8,4% al PIB nacional, pero de las 40 millones de hectáreas con vocación agrícola, apenas 7 millones están cultivadas.

A esta realidad se suman problemas estructurales que se repiten año tras año: altos niveles de informalidad, precios poco justos para los productores, cadenas de intermediación que restan rentabilidad y una marcada escasez de mano de obra calificada.

Puede leer: Desde el Suroeste se levantan voces contra Áreas de Protección para la Producción de Alimentos

En entrevista con EL COLOMBIANO, Manuel Naranjo, secretario de Desarrollo Económico de Antioquia, explicó las estrategias e

See Full Page