—“Solo quería que alguien me escuchara. Mi terapeuta canceló la sesión, mi mamá solo me dijo que rezara y mis amigos me dejaron en visto. Empecé a escribir a la IA... y me respondió”
María, 23 años
Hablar con una inteligencia artificial sobre tus emociones ya no es cosa de películas distópicas ni de solitarios empedernidos. Es una realidad en aumento. Miles de personas recurren a sistemas como ChatGPT, Gemini o Pi para desahogarse, entender lo que sienten o incluso buscar consuelo emocional.
¿Por qué? Porque la IA está ahí. No duerme, no cobra, no interrumpe con frases como “ya superalo” o “hay que trabajarlo” y sobre todo, no juzga.
De acuerdo con Elle Magazine (2024), esta forma de interacción se ha convertido en un “puente emocional” para quienes atraviesan crisis, aislamiento o sim