RAMÓN LEIRO

03 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La naturaleza es a veces tan ordenada que el día 31 de agosto, domingo, después de un estío estruendoso de un calor infame, empezó el invierno. La ola de calor quedó zanjada de modo súbito a la vez que los incendios que todavía humeaban cuando colas y colas de veraneantes abandonaban como por espasmos casi toda la costa galega, en donde ha reinado la sensación de que esto vai petar, esto vai petar más pronto que tarde.

Los balances arrojarán luz sobre el turismo veraniego y empezarán los matices de los hosteleros, un gremio en el que también hay malos profesionales que viven en el me opongo , me opongo a las peatonalizaciones, me opongo a contratar y a pagar como me obliga la ley, me opongo a no invadir las aceras con mis terraza

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