A diferencia de los negocios centenarios y honestos en los que las nuevas generaciones se niegan a seguir el legado de sus abuelos y padres, los cárteles de la droga mexicanos siempre encuentran herederos.
Da igual la mala vida que les espere, sea por asesinato o por encarcelamiento, nunca faltan candidatos a la sucesión.
Cayó Joaquín Guzmán Loera, el mediático Chapo . Luego, uno de sus hijos, uno de los chapitos , traicionó a su socio, el esquivo Ismael el Mayo Zambada, al que entregó en bandeja de plata a las autoridades estadounidenses.
El Mayo y el Chapo , los dos fundadores del cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sangrientas que existen, cumplen sendas cadenas perpetuas en EE.UU.
Sus continuadores en Sinaloa, así como en otros cárteles, también de