Decenas de miles de reservistas israelíes comenzaron a presentarse al servicio ayer ante una nueva ofensiva en el centro de la franja de Gaza que el primer ministro, Beniamin Netanyahu, quiere acelerar. Todo ello a pesar de las advertencias de los altos mandos, quienes creen que la nueva campaña podría poner en riesgo la vida de los 20 rehenes que aún quedan con vida dentro del enclave.
Netanyahu plantea esta nueva estrategia como un asalto final contra Hamas y una forma de presionar para acabar con una guerra que se acerca a su segundo aniversario. Se trata de la mayor llamada a filas desde el inicio del conflicto. Israel ya controla el 75% del enclave palestino, cuyos ciudadanos han sufrido múltiples desplazamientos forzosos. Esta ofensiva terrestre tiene como objetivo la capital, la ci