Pese al silencio habitual de los domingos en la capital financiera de Alemania, Fráncfort presentó el 3 de septiembre de 2017 una imagen inédita: calles desiertas , comercios cerrados y una vigilancia policial estricta transformaron el centro urbano en escenario de una de las mayores operaciones civiles desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La razón detrás de la inusitada evacuación fue el hallazgo de una bomba británica de 1,8 toneladas , sepultada desde hacía más de siete décadas y cuyo potencial destructivo obligó a evacuar a unas 60.000 personas de sus hogares y puestos de trabajo.

El operativo se había organizado a raíz del descubrimiento accidental del artefacto durante excavaciones rutinarias en un solar céntrico. Las tareas de construcción quedaron inmediatamente susp

See Full Page