
El juez federal estadounidense que lleva el caso antimonopolio contra Google ha decidido que la multinacional no será forzada a vender su popular navegador Chrome, tras ser condenada por prácticas anticompetitivas en 2024 . El Departamento de Justicia de EEUU había solicitado la desvinculación de Google y Chrome, entre otras medidas, para limitar los efectos monopolísticos que proporciona a la multinacional el manejo del buscador y del navegador más usados del mundo
El juez Amit Mehta, no obstante, no ha llegado tan lejos en su fallo, aunque ha vetado a Google firmar contratos de exclusividad que obliguen a un usuario a utilizar Chrome. También ha ordenado a la multinacional compartir los datos obtenidos a través de él.
Así, Mehta considera que Google no está obligado a “desprenderse de Chrome ni del sistema operativo Android”, puesto que “los demandantes se extralimitaron al solicitar la desinversión forzosa de estos activos clave que Google no utilizó para imponer restricciones ilegales”. El juez se ha limitado a avisar a Google que no puede obligar a los usuarios a quedarse dentro de su ecosistema de productos, o lo que es lo mismo, “mantener cualquier contrato exclusivo relacionado con la distribución de Google Search, Chrome, Google Assistant y la aplicación Gemini”, su chatbot de inteligencia artificial (IA).
Además, ha dictado que no se prohibirá a Google realizar pagos u ofrecer otras contraprestaciones a los socios de distribución por instalar Google Search, Chrome o sus productos de IA generativa, ya que esto causaría “daños sustanciales” tanto en sus socios como en sus consumidores.
En 2023, Mehta ya dictaminó que Google había infringido las leyes antimonopolio en lo que se refiere a su dominio en búsquedas en internet. En su fallo sobre cómo reparar esa situación, este juez reconoce que “mucho ha cambiado” tras el fin de ese proceso judicial, y aunque Google sigue siendo “la empresa dominante”, las tecnologías de IA y especialmente la IA generativa “pueden cambiar las reglas del juego”.
“Hoy en día, decenas de millones de personas utilizan chatbots de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, Perplexity y Claude, para recopilar información que antes buscaban a través de búsquedas en Internet”, apunta al respecto.
Tras conocerse el fallo, las acciones de Alphabet —la empresa matriz de Google— se disparaban un 6% en las operaciones posteriores al cierre de Wall Street. “La decisión reconoce cuánto ha cambiado la industria con la llegada de la IA, que ofrece a las personas muchas más maneras de encontrar información. Esto refuerza lo que venimos diciendo desde que se presentó este caso en 2020: la competencia es intensa y las personas pueden elegir fácilmente los servicios que desean”, ha manifestado Google en un comentario oficial.
No obstante, la multinacional ha avisado que incluso la decisión de Mehta de obligarla a compartir información con su competencia podría ser excesiva. “El Tribunal ha impuesto límites a la distribución de los servicios de Google y nos exigirá compartir datos de búsqueda con la competencia. Nos preocupa el impacto que estos requisitos tendrán en nuestros usuarios y su privacidad, y estamos analizando la decisión con atención”, ha concluido.