En un fútbol argentino de escaso nivel técnico pero competitivo y parejo, Gimnasia dio un paso fundamental para olvidarse del descenso con el triunfo ante Atlético Tucumán. Y para lograrlo, fue valioso el ingreso de Bautista Merlini, quien se convirtió en el eje de los ataques para generar en los espacios la supremacía numérica que el Lobo tenía adentro del campo desde la roja a Leandro Díaz. El mediocampista no defraudó y se posicionó como un suplente importante, que está afuera del equipo titular solamente por la elección de un sistema táctico que favorece al equipo, el 4-4-2.

- ¿Cómo vivieron ese segundo de locos, en el que podrían haber liquidado el partido y terminaron sufriendo?

- Fue raro. Ellos en los últimos minutos se lanzaron al ataque y nos complicaron, porque a pesar de tene

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