En cinco años, los servicios sanitarios de Gran Canaria han detectado 191 casos de mujeres, también menores, supervivientes de mutilación genital femenina (MGF), procedentes de países con alta prevalencia, como Nigeria, Somalia, Guinea Conakry, Guinea-Bisáu y Costa de Marfil. Los profesionales que las atienden temen, sin embargo, que sean más, puesto que existe una comunidad mauritana, país en el que cerca del 65% de las mujeres de entre 15 y 49 años son supervivientes de mutilación genital femenina, asentada desde hace décadas en las islas, a las que los profesionales sanitarios no les han hecho esa pregunta.
Son los datos que Artemi Dámaso, matrona de la Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria, ha expuesto en la mesa precongresual de la XLIII Reunión Anual de la Sociedad Española