
MADRID (AP) — Un aficionado del Espanyol acusado de hacer gestos racistas al delantero del Athletic de Bilbao Iñaki Williams durante un partido de la liga española hace cinco años, aceptó el miércoles un acuerdo para evitar la cárcel.
Un tribunal de Barcelona dijo que el hincha, cuyo nombre no fue revelado, aceptó una sentencia de un año de prisión aunque, como parte del acuerdo, no pasará por la cárcel. También aceptó una una sanción de tres años sin poder acceder a un estadio de fútbol y el pago de una multa de más de 1.000 euros (1.165 dólares).
La fiscalía solicitaba una pena de dos años de prisión para el aficionado, quien hizo sonidos y gestos de mono hacia Williams cuando fue sustituido en el partido que Athletic y Espanyol empataron 1-1 en Barcelona en enero de 2020. La Liga también se sumó a la denuncia contra el aficionado.
Más de un hincha del Espanyol insultó a Williams, que es negro, cuando pasaba por delante de las gradas ubicadas detrás de la portería tras el cambio al final del encuentro. Solo uno de ellos pudo ser totalmente identificado por las autoridades para ser llevado a juicio.
El club barcelonés dijo en aquel momento que había identificado a 12 aficionados que profirieron insultos de corte racista a Williams y que tomó medidas contra ellos.
Las imágenes de televisión mostraron a Williams enfrentándose a la grada de aficionados del Espanyol que lo provocaron después de ser sustituido.
En mayo, cinco seguidores del Valladolid que increparon a Vinícius Júnior, delantero del Real Madrid, en 2022 fueron declarados culpables en el primer fallo en España que condenó los insultos racistas en un estadio de fútbol como un delito de odio.
El año pasado, tres aficionados del Valencia recibieron sentencias de prisión de ocho meses después de declararse culpables de insultos racistas a Vinícius en la primera condena por casos relacionados con el racismo —no basados en un delito de odio— en el fútbol profesional en España.
A principios de este año, el partido de Liga entre el Athletic y el Espanyol fue brevemente interrumpido debido a los cánticos racistas de los aficionados. El árbitro activó el protocolo antirracismo y detuvo el partido en Barcelona durante aproximadamente 20 minutos después del inicio del primer tiempo. Williams denunció los cánticos después, señalando que estaban dirigidos a su compañero de equipo Maroan Sannadi.
El delantero de la selección española Nico Williams, hermano menor de Iñaki, dijo el año pasado que fue objeto de gritos simulando un "mono" cuando ejecutaba un saque de esquina en el primer tiempo de un partido en Madrid contra el Atlético de Madrid.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.